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¿Cuál es el único animal que no se puede domesticar?

El alce es una criatura digna de una enorme sabiduría.

Pese a su fachada ternísima, el mapache puede ser bastante belicoso y destructivo; con lo que se le considera entre los animales mucho más bien difíciles de domesticar.

El salvajismo del gato familiar

Antes de investigar a los gatos, es esencial distinguir entre gatos familiares y gatos salvajes (que viven en la naturaleza y tienen poco o ningún contacto humano).

Vamos a hablar de gatos que viven absolutamente bajo techo o en semilibertad con personas habituadas al contacto humano. Las peculiaridades que observaremos se acentúan aún mucho más en los gatos salvajes, en tanto que como es lógico tienen que proseguir poniendo en práctica técnicas de supervivencia. Lo asombroso es en el momento en que un gato que siempre y en todo momento ha vivido en el hogar prosigue realizando cosas como apresar; si bien quizás jamás lo vió en un gato y no es requisito.

Una suerte de granjero

Este nuevo estudio detalla lo que puede ser el primer caso de un vertebrado (que no sea humano) domesticando especies diferentes a los humanos. Los peces damisela se nutren de algas autocultivadas, como en una granja «natural», que fertilizan con desechos de determinados camarones.

Para evaluar esto, los biólogos marinos que hicieron el estudio midieron la calidad de las algas en las huertas y equipararon a las que tenían este fertilizante marino con las que no. Resultó que las características de las algas modificaron de forma positiva en el momento en que fueron fertilizadas, dando mucho más características a los peces damisela que las consumieron.

¿Quién o qué es el otro?

De manera intuitiva afirmaríamos que el otro es todo cuanto va alén del yo, pero desde una visión popular el yo está sumergido en el nosotros, se sobreponen en determinado punto.

Por este motivo, el Yo y el Nosotros se configuran como lo justo, lo conveniente, lo interior, lo legítimo, lo prioritario.

Algo afín pasa en la cadena de los damiselas, estos vertebrados se nutren de las algas que cultivan en forma de «granja natural» fertilizada con los desechos de determinados camarones.

Unos biólogos marinos hicieron una investigación midiendo la calidad de las algas en las huertas, unos tenían este abono y otros no.

Los desenlaces fueron espectaculares, las características de las algas modificaron de forma positiva en el momento en que fueron fertilizadas y confirieron múltiples características a los peces damisela que las consumían.

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