Ubicado en la colina de Canfali en Benidorm, el Balcón del Mediterráneo se encuentra dentro de los espacios de referencia de la región.
Origen de Benidorm
Como posiblemente imagines, el casco viejo marca el origen de Benidorm y fueron sus primeras calles. Brotó como un pequeño pueblo costero y pesquero de la zona de Alicante. Su enclave favorecido siempre y en todo momento se ha caracterizado por las ocupaciones marítimas. En verdad, el popular castillo fue construido en Punta Canfali en el siglo XIV. Este recurso geográfico consistía en un barranco natural que marcaba la unión de ámbas playas del concejo.
Un siglo después, la Costa Blanca se encontraba asediada por piratas. A lo largo de uno de sus asaltos, una gran parte del castillo fue destruido. No obstante, no fue absolutamente destruido hasta el siglo XIX a lo largo de las intervenciones en la Guerra de la Independencia. La renovación y la reurbanización han comenzado a fines del siglo XX. El día de hoy es un punto neurálgico de la región, que reúne a los turistas para gozar de la música, las ferias, la gastronomía mucho más clásico y la artesanía.
¿Cuándo se transformó Benidorm en un destino turístico?
En el siglo XIX se comenzó a meditar que la región podía ser un enorme sitio para recibir a gente que procuraba calma en un ambiente insuperable. Por esta razón se edificó el Jungfrau Spa y aquí venían los turistas de la temporada. Fue un punto de cambio pues transcurrido el tiempo el pueblo dejó de pescar y se centró en esta novedosa actividad.
Como es natural, la pesca prosiguió siendo la primordial actividad del pueblo hasta la década de 1950. Desde entonces, se comenzó a gestar un plan urbanístico con el objetivo de explotar todo el potencial turístico de la región. Además de esto, Benidorm se favoreció de mejores comunicaciones que facilitaron el ingreso a la localidad desde La capital de españa.