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Mitología

¿Qué es un Éole?

Eole Water es una compañía francesa que ha creado un prototipo de aerogenerador que puede ocasionar agua bebible solo del aire. Es de esta manera de fácil, Marc Parent, el principal creador de esta compañía, estuvo haciendo un trabajo en múltiples prototipos desde 1997 en el momento en que vivía en la isla de San Bartolomé en las Antillas francesas. Estudió múltiples acondicionadores de aire y empezó a meditar en un procedimiento para condensar agua en áreas sin ingreso a la electricidad.

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Edición de 1913 del libro anunciado en 1908 por Clément Ader con Avion nº 3 en la primera plana. Según el creador, ha propuesto al ejército ediciones mucho más destacadas del No. 3: Aeroplanos No. 4 con motor de gasolina, No. 5 con alas modificables en vuelo, y No. 6, este último un enorme buitre. aeroplanos alados (du gender vautour), pero no hay contestación.

Un excelente ejemplo del estado de la aviación en los últimos tiempos del siglo XIX es la triste historia de la máquina voladora de Clément Ader. La situacion fue poco afortunado por múltiples causas. Primeramente, la iniciativa inicial era bastante ingenua. Ader edificó un murciélago a escala y también imitó cada vena de las alas del animal con madera y lona. No obstante, era un hombre a la cabeza de la tecnología. Había hecho una pequeña fortuna en el entonces nuevo negocio de las comunicaciones telefónicas, y ese dinero se gastó prácticamente completamente en la construcción de lo que los aerochovinistas franceses todavía llaman el primer avión en despegar, nada menos que en 1890. Lamentablemente, Ader dirigió el vuelo. prueba en el patio cercado de un castillo sutil sin presentes independientes.

La aerodinámica era cien% similar a la de un murciélago, pero el avión no aleteaba -si bien esta fue una solución que se procuró bastante una vez que se introdujesen los aeroplanos-. Se encontraba impulsado por una máquina de vapor muy rápida, una joya técnica que Ader diseñó y edificó prácticamente él mismo. El motor impulsaba una hélice de bambú de enorme diámetro y aspecto de pluma (después se descubrió que sus características aerodinámicas eran geniales). Parece ser, Ader no había efectuado ni tenía intención de efectuar pruebas aerodinámicas en la aeronave. Las considerables alas de murciélago daban sustentación, pero el control se confiaba a un pequeño timón, que precisamente no era bastante para esta labor. Se estima que el inventor pretendía sencillamente alzar su dirigible y después dirigirlo como se dirige un barco con el apoyo de un timón. A última hora de la tarde, Ader se sentó en la cabina de su avión y encendió el motor. Cuando halló que las RPM eran adecuadas, soltó las anclas y empezó a rodar por la yerba. Los presentes juraron después, y no había razón para no creerles, que el avión despegó a unos metros del suelo. Ader volvió a la orilla totalmente satisfecho, apagó el motor y se preparó para cometer el fallo de su historia.

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