La multitud rica se viste de manera sencilla, pero su ropa fácil es de fabricantes de renombre. La gente que se visten extravagantemente son de esta forma por el hecho de que esa es su personalidad y no guarda relación con la riqueza. Los pobres que emplean ropa de diseñador están en su derecho.
Cualquier persona que todavía crea que TikTok es un espacio donde la multitud sube vídeos de baile está jodido o, lo que es exactamente lo mismo, cuando menos un millennial temprano. Desde tiempo atrás, esta comunidad se convirtió en un recurso idóneo para los nostálgicos que prosiguen volviendo a crear el llamado Y2k, que imita todas y cada una de las tendencias de ropa y música de principios de los 2000. Lo último es un giro en el estilo muy elegante y sí, existen muchos vídeos de pequeñas y pequeños que lucen camisas oxford blancas, mocasines y polos, pero en el momento en que miras de cerca, es simple ver que 20 años después, este es la situacion. La estética tiene un nuevo contexto y una exclusiva intención. Tampoco sostiene exactamente el mismo nombre: en este momento tiene por nombre Old Money y asimismo se puede conseguir en Instagram.
Los reconocerás por sus libros y los eslóganes de sus camisetas
Entre las piezas maestras de la serie fue enseñar de forma simbólica los libros que leen White vacacionistas de loto. Shane Patton, el niño de mamá recién casado, mimado por millonarios y molesto planificador de venganzas, no se da por vencido en la serie Intuitive Intelligence de Malcolm Gladwell. Su mujer Rachel, una fina veinteañera que se proyecta a sí como la triunfadora y reconocida autora que intenta ser, lee brillantemente a Elena Ferrante y La Amiga.
El premio ratón de biblioteca y polidrogodependiente es para las amigas Nicole y Paula, refulgentes pupilas de privilegiados centros de progresión que la pasan bien de unas vacaciones pagadas merced a una hija de la familia Mossbacher. Con sudaderas vintage afanosas, camisetas de hombre XXL, micro shorts y zapatillas deportivas, la Generación Z de la serie viste con ironía (como prueban los mensajes de sus sudaderas) y deconstruye sin reposo su privilegio sin abandonar su cinismo. Es suficiente con preguntar la larga lista de libros que traen al balneario: Judith Butler (El género en disputa), Camille Paglia (Sexual Personae), Nietzsche, Freud y autores que denuncian los abusos coloniales como Frantz Fanon o Aimé Cesaire.
Todo a la medida
Si deseas ahorrar algo de dinero comprando ropa de fabricantes menos caras, lo mucho más posible es que no te quede tan bien como una prenda de alta costura. No obstante, con el apoyo de un óptimo sastre, puedes realizar magia.
Cerciórate de amoldar tus trajes, pantalones e inclusive camisas a fin de que no simulen fuera de serie, sino simulen piezas fabricadas a la medida para tu cuerpo.