Los aeroplanos acostumbran a eludir la Antártida gracias a sus condiciones climáticas, la carencia de infraestructura y los peligros que sus campos imantados representan para la navegación.
Piensa a un habitante de Los Ángeles que está resuelto a irse de vacaciones a Tokyo. Por un promedio de $800 (sin buscar bastante) puede proceder a entre las ciudades mucho más atrayentes de todo el mundo y regresar en un par de semanas. La primera cosa que todo el planeta piensa es volar on-line recta sobre el Pacífico, pero la verdad es que la mayor parte de los vuelos vuelan hacia el norte, acercándose a Alaska y al mar de Bering. ¿Pues? Las causas son… bastante lógicas.
Volar puede ser una experiencia única o una genuina agonía en dependencia de la situación y situación. No es exactamente lo mismo atravesar el planeta y dejarse llevar por el jetlag que irse de vacaciones a un espacio con buen tiempo y costes aún mejores. No obstante, las compañías aéreas son seres con cabeza propia. Retrasos, equipaje perdido, cambios de última hora… todos deseamos viajar mucho más veloz y pasar el menor tiempo en el avión, pero en ocasiones no disponemos otra alternativa. Al tiempo, hay sendas que, a primer aspecto, semejan extrañas y también ineficientes. Por poner un ejemplo, si deseamos viajar estadounidense a El país nipón, lo mucho más posible es que el vuelo evite una gran parte del Océano Pacífico. ¿Por el hecho de que?
Desvío de vuelos rusos y calentamiento global
Según Flightradar24, el servicio de rastreo de aeronaves, hay un número con limite de vuelos, primordialmente vuelos de Finnair, que toman la ruta polar en torno a Rusia. Otros escogen una ruta del sur.
El vuelo LH716 de Lufthansa, que va de Frankfurt a Tokyo, por poner un ejemplo, ha ampliado su tiempo de vuelo en prácticamente una hora. El avión Airbus A340 comunmente quema en torno a 2000 galones de comburente por hora. Lo que podría representar que el tiempo plus de vuelo quema otros 1,428 galones de comburente.
Pero ciertos vuelos circunnavegan la Antártida. El servicio de Air New Zealand entre Auckland y Buenos Aires se aventura en las latitudes del sur. Qantas trabaja un servicio períodico entre Sydney y Johannesburgo, que tiende a ser el vuelo de usuarios planificado mucho más al sur.
Hay otra oportunidad atrayente en el horizonte. Norwegian Air Argentina está teniendo en cuenta volar desde Buenos Aires a Perth, en una ruta que no siempre lo va a llevar a través del Polo Sur, sino más bien por medio de la Antártida. Norwegian Air Argentina desea volar a Singapur y emplear Perth como escala.
Si bien es una experiencia en sí, el Pasaje de Drake es bastante agitado y es muy normal que varias personas lo eviten.
El mar en torno a la península tiende a estar considerablemente más relajado y el barco va a ser considerablemente más manipulable para esos propensos a marearse.
De la misma con los cruceros regulares, va a tener todas y cada una de las ocasiones de bajar a tierra y saber de cerca la increíble vida salvaje que la Antártida tiene para prestar. No obstante, los cruceros aéreos no son económicos y va a deber abonar entre $ 12,000 y $ 25,000 por un viaje de un par de semanas.
Tradición antártica
Aerovías DAP efectuó su primer vuelo hacia la Antártida el 12 de febrero de 1989. Ese día, un de Havilland Canada DHC-6 Twin Otter, matrícula CC-CHV, volaba un traslado médico por medio de . 4 meses después y tras múltiples intentos errados (las condiciones meteorológicas son un aspecto recurrente en la cancelación de operaciones a bases antárticas), completó su primer vuelo comercial.
Las conexiones de vuelo hacia la Antártida se establecieron con el Twin Otter hasta mediados de la década de 1990. Más tarde, el avión fue sustituido por el Beechcraft King Air cien, registro CC-CLY.
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