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¿Qué pasa si comes y té duermes engordas?

Muchas personas considera que reposar tras comer engorda. Más allá de que es verdad que «tomar una siesta» justo después de comer puede complicar la digestión, asimismo es verdad que los resultados positivos de la siesta son bastantes. Si se pregunta si reposar tras comer lleva a la pérdida o al incremento de peso, le aconsejamos que prosiga leyendo para conseguir la contestación determinante a este mito común.

diez causas por las que subes de peso

  1. No haces 5 comidas, te saltas la mañana y la tarde. El cuerpo precisa ser abastecido de nutrientes cada 3-5 horas. Comer cinco ocasiones cada día provoca que tu cuerpo se sienta lleno e impide que llegues a almorzar o cenar con un apetito insaciable. Se demostró que el ayuno engorda como un plato de pasta por el hecho de que tu cuerpo emplea las calorías de la próxima comida de forma mucho más eficaz.
  2. Tienes bastante agobio y/o ansiedad: Son 2 contrincantes de los regímenes, te causan «apetito sensible» y te fuerzan a comer comida rápida o hipercalórica para aliviar tu ansiedad. Por otra parte, activan la insulina, lo que quiere decir que impulsan a tu cuerpo a guardar mucho más grasa y no abrasar los depósitos de grasa (inhiben la lipólisis). Esta es una de las razones por las cuales subes de peso inconscientemente. La mejor forma de estudiar a relajarse o realizar ejercicio es liberando endorfinas.
  3. Se atiborra de modelos «light» con edulcorantes. Estos artículos aportan menos calorías, pero la contestación del organismo es exactamente la misma: activan la hormona insulina, que estimula que los alimentos se almacenen con apariencia de grasa. Además de esto, light no quiere decir que sean cero calorías o que no engordarán, solo que tienen menos calorías que las normales.
  4. No hagas ejercicio: Aparte de tu dieta, tienes que tener un modo de vida activo. Esto no significa que vayas a un gimnasio si no tienes tiempo o si no disfrutas. Camine, corra, ande en bicicleta, suba las escaleras y ejercite sus músculos a lo largo de 5-diez minutos cada día. Esto contrarrestará entre las causas del incremento de peso.
  5. Duermes poco: Si duermes mal o te quedas despierto toda la noche, tu metabolismo y tus hábitos alimentarios cambiarán. Se impulsa la conversión de calorías en grasa y el apetito.
  6. Te saltas el desayuno: en el momento en que te levantas precisas reactivar tu metabolismo y nada superior que un desayuno equilibrado (y salobre) para comenzar el día. Debe contener proteínas, grasas valiosas y también hidratos de carbono, y no debe demorar mucho más de una hora desde el instante en que se levanta hasta el desayuno.
  7. Comes distraído: En la Dieta Congruente aconsejamos que el instante de la comida sea particular. Hay que ser siendo consciente de lo que se come, gozarlo, saborearlo y prestar atención a cada mordisco. En el momento en que comes, lees, ves la televisión, etcétera. con tu teléfono, tu cabeza divagará y no vas a ser verdaderamente siendo consciente de lo que has comido. Según una investigación del American Journal of Clinical Nutrition, la gente que comen distraídas consumen hasta un 50 % mucho más de calorías.
  8. Apetito Sensible: Seguramente te has dejado llevar por el apetito sensible que hace aparición de súbito y te hace comer todo cuanto está a tu alcance. Entonces te sientes tan culpable que decides no cenar, lo que agudiza los efectos del consumo prominente de calorías y el ayuno prolongado, un doble fallo. Tal y como si eso no fuese bastante, la culpa crea agobio, lo que asimismo impulsa el almacenaje de insulina y grasa, lo que lo pone en un círculo vicioso.
  9. No tomas bastante agua: Tu cuerpo amontona toxinas que deben ser expulsadas por medio de la orina, las heces, la piel o la respiración. Tomar agua o infusiones es un hábito que hay que entrenar. Raramente, cuanto mucho más tomas, mucho más sed tienes, puesto que el cuerpo se amolda de manera rápida a los buenos hábitos y le agrada sostenerse hidratado.
  10. Uno come a la noche: Es una práctica común comer algo dulce o ardiente inmediatamente antes de acostarse, como chocolate, galletas, leche… Es preferible comer algo salobre como trozos magros fríos con fruta o un pequeño trozo de pan, con menor carga glucémica.

Si tienes alguna duda sobre de qué manera ha de ser tu dieta de adelgazamiento en línea y qué hábitos tienes que cambiar, puedes dejar un comentario y nuestra nutricionista en línea te va a ayudar. Recuerda llevar una dieta diferente y usar artículos de temporada en tanto que son ricos en nutrientes y están libres a un precio mucho más económico. Así tu dieta va a ser sana y balanceada.

Comida baja en calorías antes de acostarse

Si la comida afirma que es baja en calorías, ¿puede comer todo cuanto desee antes de acostarse? No, la iniciativa de achicar el consumo de alimentos en un instante preciso del día debe ver con ralentizar tu metabolismo. Conque da igual si comes alimentos bajos en calorías. Si come bastante antes de acostarse, posiblemente no esté digiriendo o metabolizando bien esos alimentos.

Otra razón por la que comer antes de acostarse engorda debe ver con la insulina. En el momento en que se consumen alimentos como los hidratos de carbono que elevan los escenarios de insulina, el desarrollo de quema de grasa se detiene y empiezan a formarse depósitos de grasa.

Reposar lo mucho más obscuro viable

Ya que la siesta se genera en entre los instantes mucho más lumínicos del día, sería bueno que las cortinas o persianas estuviesen cerradas. Si eso es imposible, use una máscara.

Reposar precisamente impide que el cerebro se relaje y duerma bien lo bastante. Por esa razón andas mucho más agotado en el momento en que te levantas que en el momento en que te acuestas.

Comer mucha sal

El salobre elevado de los alimentos no es saludable en tanto que eleva la presión arterial y asimismo provoca que retengas mucho más líquidos, lo que disminuye tus opciones de adelgazar. La buena nueva es que puede entrenar sus papilas gustativas añadiendo menos sal a sus platos todos y cada uno de los días. Te acostumbrarás en escaso tiempo.

Este es un hábito común de tomar algo antes de reposar que raramente tiende a estar lleno de calorías, como chocolate, una galleta…. Según la cronobiología, es el peor instante del día para consumir hidratos de carbono por el hecho de que la sensibilidad a la insulina es menor y las calorías se guardan con apariencia de grasa. Tienes que tomar una aceptable merienda, cenar rápido y si debes comer algo para cenar emplea mejores proteínas (una o 2 lonchas de jamón serrano o ibérico) que no te aportarán tantas calorías.

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