En la tierra, el calor es tan profundo que las rocas y los gases que forman el mantón se están fundiendo. Nuestro mundo tiene un núcleo de lava. Este núcleo está cubierto por corteza y capas de roca dura. El material colado que se forma es magma, y en el momento en que es empujado hacia la área de la tierra lo llamamos lava. Si bien ámbas capas, la corteza y la roca, no son iguales, las dos están en incesante cambio: la roca solidificada se regresa líquida y al reves. En el momento en que el magma se filtra mediante la corteza terrestre y consigue la extensión de la tierra, se transforma en lava.
Ácido fluorhídrico
Este es otro gas esencial a estimar desde ayer de noche. Por el hecho de que es una molécula que tiene capacidad de penetración en los tejidos y es muy cáustica.
Además de esto, se necesita particular precaución por el hecho de que si bien el fragancia del ácido fluorhídrico tiende a ser fuerte, puede lograr concentraciones tóxicas en los pulmones sin que nos demos cuenta.
¿Qué le pasa al agua?
La elevada temperatura de la lava hierve el agua con la que entra en contacto directo a mucho más de 100ºC. “El agua se evapora, pero cuanto mucho más lejos está de la colada, mucho más baja es la temperatura”, apunta el instructor de la UCM.
La temperatura del agua de mar se está recuperando gradualmente conforme se distancia del fluído de lava. “El agua hace mucho más que lavar, salvo en la región de contacto, donde la primera se evapora instantáneamente”, añade Orejana.
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