Pero pasaron mucho más de cien años desde el instante en que los hermanos Orville y Wilbur Wright en un pequeño pueblo de Ohio, EE. UU., hicieron el primer vuelo en una máquina propulsada por un motor mucho más pesado que el aire. Un considerable jalón humano que festejamos el día de hoy como el origen de la aviación.
Desde los tiempos de la historia, el hombre ha amado y también intentado volar. En verdad, la historia mucho más vieja que conocemos se remonta a hace unos 3.400 años, en el momento en que Ícaro verdaderamente murió en el intento. Más tarde fueron varios los que han intentado volar en el tiempo, con la desgracia de terminar fallecidos, heridos o con la dignidad por los suelos tras su fracaso. Gracias a esto, varios de ellos al final se percataron de que «el hombre jamás puede volar».
Abu al-Qasim Abbas Ibn Firnas fue entre los mucho más relevantes eruditos de la era andaluza. Nativo de 810 cerca de Ronda (Málaga), estudió química, física y astronomía y se transformó en entre las figuras mucho más esenciales y sorprendentes del siglo IX. Pasó la mayoría de su historia en la Córdoba omeya, donde enseñó música y poesía y trabajó para los emires Abd al-Rahmán II (822-852) y Muhammad I (852-886). ).
El legado de Ibn Firnas
Posiblemente Ibn Firnas no haya tenido éxito en sus sacrificios, pero allanó el sendero para futuras generaciones de inventores y también ingenieros. Particularmente, su trabajo con planeadores inspiró a otro erudito musulmán llamado Abbas ibn Said al-Jurjani. Apoyado en los diseños de Ibn Firnas, Al-Jurjani creó un planeador con un marco de madera arqueado cubierto con lona de lino que podía ser dirigido mudando su centro de gravedad. Considerado entre los diseños mucho más avanzados de su tiempo, recomienda que las etnias musulmanas estaban muy por enfrente de Europa en ese instante en tecnología aeronáutica. el primer aviador en ser de la historia. Su trabajo en la aviación fue sabio para su temporada y allanó el sendero para futuras generaciones de inventores y también ingenieros de todo el planeta. Quién sabe qué género de tecnología de drones tendríamos el día de hoy si no fuese por vanguardistas como Ibn Firnas.